CELEBRACIÓN DEL CENTENARIO DE LA NUEVA ADUANA DE BARCELONA

En 2002 se cumplieron 100 años de la inauguración del edificio de la nueva aduana de Barcelona. Con tal motivo, el Ministerio de Hacienda promovió la realización de una serie de actividades conmemorativas a lo largo de todo el año. Los aspectos culturales de las mismas fueron asignadas a Carlos Guasch, en representación del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español.

Una de las facetas de la celebración fue la edición de una obra que recogía la trayectoria histórica al respecto. La misma, editada por el citado Ministerio de Hacienda y por la Cámara de Comercio de Barcelona, fue prologada tanto por Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, como por Miquel Valls, presidente de dicha Cámara de Comercio. En calidad de autor de la misma, Guasch fue el encargado de conducir también la vertiente cultural del acto de clausura, celebrado en los salones del World Trade Center. 

En su conferencia, el autor hizo un repaso de la realidad socio-económica de la Cataluña del siglo XIX y de las necesidades que tuvo que afrontar el comercio barcelonés en un contexto de honda transformación política, social y económica. Extractando el contenido de la obra de la que era autor, Guasch puso de manifiesto también las dificultades materiales que jalonaron la construcción del edificio proyectado y la determinación que tuvo que mostrar Manuel Girona para llevarla a feliz término.

La presidencia del acto, además de por el citado ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, estuvo compuesta por la subdelegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas (D.E.P.), el director general de Ports i Transports de la Generalitat de Catalunya, el delegado especial de la Agencia Tributaria en Cataluña, Raúl Burillo, y el presidente del Port de Barcelona, Joaquim Tosas.

Tras la conclusión de las diferentes intervenciones y el traslado colectivo al edificio cuyo centenario se celebraba, situado junto al monumento a Cristóbal Colón, se procedió al descubrimiento de una placa conmemorativa colocada en su vestíbulo principal. Finalizados los actos, tuvo lugar un aperitivo en el que los presentes, además de departir ampliamente, pudieron expresar su satisfacción por el éxito de las actividades programadas.

CELEBRACIÓN DEL 125 ANIVERSARIO DE LA CONEXIÓN FERROVIARIA PORTBOU-CERBÈRE

En 2003 se cumplieron 125 años de la conexión ferroviaria franco-española por los Pirineos Orientales. Es decir, de la llegada del ferrocarril a la frontera con nuestro vecino país por Portbou, la cual tuvo lugar en 1878. Con este motivo, y a instancias del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español se constituyó una Comisión Organizadora, presidida por José María de Ibarra y Miró-Sans, conde de Abásolo, para hacer frente a la organización de los actos.

El inicio de la conmemoración tuvo lugar mediante un acto celebrado en el salón central de la patronal catalana, Foment del Treball. Además del citado presidente de la Comisión Organizadora, José María de Ibarra, intervinieron también el propio presidente de la patronal, Joan Rosell; el vicepresidente de la Cambra de Comerç de Girona, Domenec Espadalé; el presidente de la Cámara de Comercio e Industria Francesa en Barcelona, Philippe Saman; el presidente de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, Antoni Herce; el presidente de la Autoritat del Transport Metropolità, Francesc Ventura; y el eminente catedrático de ferrocarriles de la Universitat Politècnica de Catalunya, Andrés López Pita.

En sus diversas intervenciones, todos ellos coincidieron en señalar la importancia del ferrocarril como dinamizador de la economía de los países. Especialmente, cuando las conexiones ferroviarias son de carácter internacional. Terminado el acto de apertura, fue ofrecido un cóctel a los presentes en los inmediatos salones de Foment del Treball. Al día siguiente, y tras la exposición histórica inaugurada en la estación de Francia por el director corporativo de RENFE, José María Lasala, autoridades e invitados a los actos se desplazaron al Hotel Ritz en un autobús especialmente dispuesto por Transports Metropolitans de Barcelona para la ocasión. Allí debía tener lugar el siguiente hito de la conmemoración.

Llegadas autoridades e invitados de la Comisión Organizadora a los salones del Hotel Ritz, fue inicialmente ofrecido a los presentes un cóctel, cortesía de la firma francesa Grand Marnier, uno de los muchos patrocinadores de la conmemoración. Tras departir ampliamente, los presentes fueron desplazándose hacia la sala destinada a acoger el acto institucional que iba a tener lugar a continuación.

La nutrida concurrencia fue acomodándose progresivamente en los lugares señalados al efecto. Entre los presentes se hallaba José Antonio Patiño, en representación de Transports Metropolitans de Barcelona; Albert Tortajada, en la de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya; y Pilar García, en la del Museo del Ferrocarril de Vilanova i la Geltrú. Figuraban también numerosos alcaldes de las localidades de la línea Barcelona-Portbou y otras autoridades.

La tribuna, presidida por el conde de Abásolo, estaba formada por el citado José María Lasala, director general corporativo de RENFE, que asistía en representación del Secretario de Estado de Fomento, Benigno Blanco, quien no pudo asistir por un imprevisto de última hora; Josep Maria Fabregat, presidente de la Comisión de Política Territorial del Parlament de Catalunya; Bernad Valero, cónsul general de Francia en Barcelona; y Enric Ticó, director general de Transportes de la Generalitat de Catalunya.

Una vez más, los intervinientes pusieron de manifiesto la importancia que tuvo la inauguración del enlace ferroviario internacional cuya materialización se conmemoraba. Sobre todo en la relación comercial entre ambos países y en el desarrollo de sus zonas de influencia. Terminadas las intervenciones, la concurrencia se desplazó a otro de los salones del Hotel en el que se hallaba dispuesta la cena ofrecida por la organización. Atendido el elevado número de empresas patrocinadoras, destacaba la amplia oferta en el capítulo de bebidas, contándose cuatro tipos de vino, además de dos de cava, y tres marcas de agua.  

La mesa presidencial se hallaba compuesta, entre otros, por el presidente y vicepresidente de la Comisión, José María de Ibarra y Carlos Guasch; José María Lasala, Josep Maria Fabregat y Bernard Valero, anteriormente citados; el director general de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Josep Maria Sans; el presidente de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, Antoni Herce; el presidente de la Cámara de Comercio e Industria Francesa en Barcelona, Philippe Saman; el alcalde de Portbou, Manuel Flores; y Claudio Planás, descendiente (en quinta generación) de Claudio Planás Armet, artífice de la construcción de la línea férrea hasta la frontera.

Poco a poco los concurrentes pudieron ir ocupando los lugares designados en sus respectivas mesas. Entre la gran cantidad de invitados a la cena, figuraban representantes de los más variados ámbitos de la sociedad catalana. Junto a numerosos representantes de la Administración se encontraban significados representantes del ámbito cultural, mercantil e industrial. Relación de invitados

Figuraban también diversos representantes de la sociedad civil vinculada a la preservación cultural en materia ferroviaria. Tanto pertenecientes al propio Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, responsable de la conmemoración, como a otras diversas entidades privadas. Por otra parte, una mesa especial reunía a diferentes miembros de la amplia familia Planás, venidos para la ocasión desde distintos puntos de España.

Ya en los postres, iba a tener lugar un homenaje en relación a la histórica figura de Claudio Planás Armet, que fue gerente de la Cía. de los Ferrocarriles de Tarragona a Barcelona y Francia y artífice, como queda indicado, de la construcción de la línea férrea hasta la frontera francesa. Si en la mesa presidencial se hallaba Claudio Planás González-Riancho (5.º) en la mesa familiar se hallaba Claudio Planás Fernández (3.º), abuelo del anterior. Fue un su persona en quien se quiso rendir un homenaje a aquel gran hombre que hizo posible la creación y consolidación de lo que llegaría a ser, posteriormente, la Red Catalana de MZA.

Iniciado el citado homenaje, Ricardo Oliver, presidente del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, dio lectura a un pergamino ensalzando las virtudes que adornaron al entonces gerente de la Cía. de los citados ferrocarriles de TBF y recogiendo el homenaje que, hoy, quería rendirse a su insigne figura en la persona de su nieto, allí presente. No hace falta señalar la emotividad del momento. Sobre todo, atendido que Claudio Planás Fernández había echado de menos durante toda su vida un mínimo reconocimiento social hacia la figura de su abuelo. 

Llegados a este punto y junto, también, al más joven de los Planás, que ocupaba su lugar en la mesa presidencial, Carlos Guasch dio un público y simbólico abrazo al homenajeado, con quien, además, le unía una marcada amistad personal desde tiempo atrás. Con ello se quiso escenificar ese reconocimiento de la sociedad catalana largamente aplazado y con el que venía a ponerse así fin a una manifiesta deuda moral de carácter histórico.

Entre los prolongados aplausos de todos los presentes, puestos en pie, Claudio Planás se reincorporó a la mesa familiar entre expresiones de satisfacción de todos sus miembros. Tras las intervenciones de despedida, se dio por concluido el acto, abandonando la concurrencia los salones en los que se acababan de compartirse tan gratificantes escenas.

CELEBRACIÓN DEL 75 ANIVERSARIO DE LA CONEXIÓN FERROVIARIA PUIGCERDÀ-LA TOUR DE CAROL (1.ª PARTE. ACTOS CORRESPONDIENTES AL AÑO 2004)

En 2003 se cumplieron 175 años de la conexión ferroviaria franco-española por la Cerdanya. Es decir, de la llegada del ferrocarril a la frontera francesa a través del enlace Puigcerdà-La Tour de Carol, la cual tuvo lugar en 1929. Con este motivo, y a instancias del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, se constituyó una Comisión Organizadora que, presidida por el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pasqual Maragall, tendría una amplia implantación y representatividad, figurando en ella, además de la ministra de Fomento del Gobierno central, representantes de los gobiernos francés y andorrano. Composición de la Comisión Organizadora.

El acto formal de constitución y presentación de lo que debía ser la efeméride en su conjunto tuvo lugar en la sede del Col·legi Oficial d’Enginyers Industrials de Catalunya, en Barcelona. Además de los representantes de la prensa, se hallaban presentes los de las diferentes entidades que, de una u otra forma, iban a formar parte de tan señalada conmemoración.

La presidencia estuvo compuesta por Ángel Llobet, decano del citado Colegio; Manel Nadal, secretario de Mobilidad de la Generalitat de Catalunya; Ricardo Oliver, presidente de nuestra institución; Joaquín Gay de Montellà, presidente de la Comisión de Infraestructuras de Foment del Treball; Manel Villalante, director de Coordinación y Expansión de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya; y Pere Jordi Piella, presidente de El Ripollès Existeix!

En sus diferentes intervenciones, los miembros de la presidencia abordaron la realidad de la línea internacional a través de la Collada de Toses desde distintas perspectivas. Unas, de carácter histórico, poniendo especial énfasis en lo que representó en su día la apertura de este nuevo eje ferroviario. Otras, de carácter técnico, fijando la atención en las dificultades de explotación que ha representado y representa, atendida su particular orografía. Terminadas las alocuciones, se dio el acto por concluido. 

Uno de los hitos desarrollados ya en terreno propio de la conmemoración fue el acto académico celebrado en Vic para poner en valor el pasado de la línea y apostar por su futuro. Sobre todo, dadas las grandes posibilidades sociales y económicas que brinda para gran parte de la Cataluña central. Así, el acto contó con la presencia de significadas personalidades que se dirigieron al público asistente a través de sus respectivas intervenciones.

La presidencia del acto estuvo formada por Jacint Codina, alcalde de Vic; Ricardo Oliver, presidente del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español y máxima autoridad organizativa de la conmemoración como presidente ejecutivo de la Comisión Organizadora; Miquel Arisa, alcalde de Centelles; David Serrat, rector de la Universitat de Vic; Josep Jutglar, delegat de la Cambra de Comerç, Indústria i Navegació de Barcelona a Osona; y Enriqueta Anglada, presidenta del Patronat d’Estudis Osonencs. Cerró el acto Eugeni Gay, magistrado del Tribunal Constitucional, con una conferencia histórica.

El siguiente hito conmemorativo fue el viaje que una amplia representación política e institucional, encabezada por el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pasqual Maragall, debía realizar hasta Puigcerdá y La Tour de Carol. El encuentro con representantes gubernamentales franceses y andorranos debía venir a representar el avance transfronterizo que constituyó en su día la apertura de esta línea transpirenaica, sujeto al programa correspondiente. Programa de actos.

A la llegada del presidente Maragall a Ripoll para ponerse al frente de la comitiva fue recibido por los miembros de ésta que allí le aguardaban. El primero de ellos, Ricardo Oliver, nuestro presidente. Allí estaban también, Teresa Jordà, alcaldesa de Ripoll; Josefina del Pozo, presidenta del Consell Comarcal del Ripollès; Joan Vilalta, presdiente de la Unió Intersectorial i Empresarial del Ripollès; Mariano Garrido, director general de Cercanías de RENFE, así como otros diversas autoridades y representantes.

Para la ocasión se hallaba en los andenes de la estación de Ripoll una unidad eléctrica serie 440, puesta a disposición por RENFE. A ella fueron subiendo los miembros de la comitiva organizada, toda vez que el presidente Maragall, en compañía de su esposa, Diana Garrigosa, quiso saludar al conocido jefe de maquinistas Jordi Valero, presente en numerosos actos ferroviarios de carácter histórico quien, también en esta ocasión, iba a ponerse a los mandos del convoy.

El recorrido en tren tras abandonar la estación de origen estuvo jalonado por paradas en todos y cada uno de los pueblos de la línea cuyo aniversario se conmemoraba. En sus respectivas estaciones, la comitiva fue saludada por los miembros de sus corporaciones municipales, además de cuantos vecinos lo desearon, que habían acudido a ellas a saludar a tan inusuales viajeros. Ribes de Freser, Planoles, Toses, etc., fueron testigos de repetidas escenas de este tipo. 

En algunas localidades, el agasajo a los ilustres viajeros no se limitó a acudir a saludarles sino que organizaron verdaderos festejos, amenizados por grupos musicales u otros. Entre los miembros de la comitiva desplazada se encontraban el citado Manel Nadal, secretario de Mobilidad de la Generalitat de Catalunya, e Irene Rigau, en representación, también, de la Generalitat. Josep Manau, director de Cercanías de RENFE en Cataluña, que compartía viaje con el citado Mariano Garrido especialmente desplazado desde Madrid, así como numerosos alcaldes.

Llegados a Puigcerdà, la comitiva fue recibida por la Corporación Local, toda vez que se unieron a la misma un nuevo grupo de autoridades. Así, ésta quedó finalmente definida en su configuración definitiva, excepción hecha de los componentes de la delegación francesa, los cuales se hallaban todos esperando el tren español en los andenes de la estación fronteriza de La Tour de Carol, ya al otro lado de la frontera.

Tras la breve detención en Puigcerdá, el tren emprendió su marcha, dispuesto a atravesar la frontera que 75 años antes se había atravesado con carácter inaugural. Ya en territorio francés, el tren hizo su entrada en la citada estación de La Tour de Carol donde era aguardado por autoridades, representantes y un numeroso público venido de todas las comarcas limítrofes. Con ello, quedó configurado el total de autoridades que, con tan singular ocasión, se habían dado cita al otro lado de la frontera.

El descenso del tren especial resultó notablemente accidentado tras haber quedado desbordada toda previsión de asistencia. No sólo se habían desplazado numerosos vecinos de las zonas colindantes del sur de Francia, sino también del vecino Principado de Andorra. Así, tras la recepción en los andenes, que resultaron insuficientes para dar cabida a semejante aglomeración, la comitiva fue abriéndose paso hasta uno de los locales de la estación, donde se había servido un aperitivo. 

Una vez más, las previsiones de espacio en las estancias en que debía servirse el aperitivo se vieron totalmente superadas, resultando necesario el rápido desplazamiento a la zona en que debían tener lugar los parlamentos institucionales. Ésta tampoco resultó suficiente. Sobre todo, atendido que el público asistente que había decidido acudir a los actos no dejaba de aumentar. Aun así, se dispuso lo conveniente para que pudieran tener lugar intervenciones programadas.

Ricardo Oliver, en calidad de presidente ejecutivo de la conmemoración, tuvo la satisfacción de encontrarse en La Tour de Carol con los representantes del tejido civil francés, encabezados por Guy Saurat, que, junto al Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, habían decidió impulsar y organizar aquella magna celebración que estaba teniendo lugar y que, de forma inusual, lograba congregar en torno a la reivindicación ferroviaria las delegaciones oficiales de tres gobiernos: español, francés y andorrano.

La presidencia del acto institucional celebrado en los salones de la estación de la SNCF de La Tour de Carol-Enveitg se hallaba compuesta por Pierre de Pastors, alcalde de Enveitg; Albert Truno, alcalde de La Tour de Carol; Marcel Mateu, vicepresidente del Conseil Général des Pyrénées Orientales, en representació de Christian Bourquin, 1.er vicepresidente del Conseil Régional du Pyrénées Orientales; y Augustin Bonrepaux, presidente del Conseil Général de l’Ariège. Ricardo Oliver y Pasqual Maragall efectuaron, por su parte, las oportunas intervenciones.

Finalizado el acto, los presentes se dirigieron a la unidad eléctrica que había llegado poco antes a aquella estación procedente de territorio español. En ella embarcaron tanto los miembros de las delegaciones españolas como los de la francesa y la andorrana. Volvían a figurar entre ellos una nutrida representación institucional. Joan Carretero, conseller de Governació de la Generalitat de Catalunya; Xavier Casas, teniente de alcalde del Ajuntament de Barcelona; Irene Rigau, en representación de la citada Generalitat de Catalunya; etc. Joan Vilalta, actuaba a su vez y en cierta medida de anfitrión, atendida su calidad de presidente de la Asociación Transpirinenca, alma mater de la conmemoración. 

Llegado el momento, el tren partió nuevamente en sentido inverso para dirigirse a Puigcerdà. Allí debía tener lugar el acto central de la jornada para el que todo se hallaba plenamente dispuesto. Durante el trayecto, los delegados de la Comisión Organizadora, encabezados por Miguel Ángel Urballa y Maria Carme Puertas, distribuyeron entre los presentes unos trípticos de difusión con la historia de la vía férrea hasta Puigcerdà y el enlace internacional inaugurado en 1929.

Tras bajar del tren, la comitiva se dirigió al escenario levantado frente a la estación de ADIF de Puigcerdá, desde el que debían tener lugar los parlamentos institucionales. Todos ellos volverían a reivindicar la necesidad de potenciar este eje ferroviario transfronterizo, tan costosamente construido en su día, así como el papel que debe seguir teniendo como importante arteria de conexión internacional entre ambas partes de esta zona de los Pirineos. Sobre todo, destacaron, por el valor añadido que tiene la cercanía geográfica de Andorra.

Tras la bienvenida de Joan Planella, alcalde de la capital de la Cerdanya, tomaron la palabra, sucesivamente, Joan Vilalta, presidente de la mencionada Associació Transpirinenca; Bernard Valero, cónsul general de França en Barcelona; Charles Marziani, vicepresidente del Conseil Régional del Midi Pyrénées, en representación de Martin Malvy, presidente del citado Conseil Régional; y Miquel Àlvarez, ministro de Economía del Gobierno del Principado de Andorra.

Terminadas las intervenciones, nuestro presidente, Ricardo Oliver, cumplió solemnemente con el encargo recibido de todos los alcaldes de las diferentes localidades de la línea entre Barcelona y Puigcerdà, haciendo entrega al presidente de la Generalitat de los manifiestos firmados por todos y cada uno de ellos, pidiendo al Gobierno que presidía la mayor determinación a la hora de defender la pervivencia y potenciación es este eje ferroviario. Pasqual Maragall recibió la carpeta con los citados manifiestos, toda vez que quedó encargado de dar conclusión al acto.

En su parlamento de cierre, Pasqual Maragall dio las gracias por la calurosa acogida dispensada por los habitantes de aquellas comarcas, toda vez que se comprometió, en nombre de la Generalitat de Catalunya, a defender la más profunda revitalización del eje ferroviario cuya conmemoración allí les congregaba. Concluido el acto, los presentes se dispusieron a dirigirse al Ayuntamiento, donde eran esperados para firmar en el libro de honor.

Atravesada la población entre la algarabía general de sus habitantes, los componentes de la comitiva oficial, encabezados por el presidente Maragall, llegaron a la sede consistorial donde, acompañados del alcalde, Joan Planella, firmaron sucesivamente en el libro de honor del Ayuntamiento. Otras autoridades y representantes.

CELEBRACIÓN DEL 75 ANIVERSARIO DE LA CONEXIÓN FERROVIARIA PUIGCERDÀ-LA TOUR DE CAROL (2.ª PARTE. ACTOS CORRESPONDIENTES AL AÑO 2005)

Tras las actividades pertenecientes a esta efeméride desarrolladas a lo largo del año 2004, en 2005 prosiguieron los actos conmemorativos del 75.º aniversario de la conexión ferroviaria franco-española por la Cerdanya con la llegada del ferrocarril a las localidades de Puigcerdà y de La Tour de Carol. Fundamentalmente, quedaban por realizar los actos públicos correspondientes a la clausura de la conmemoración.

Para dar a dicha clausura el debido realce, el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español se encargó directamente de organizar, en colaboración con el Ministerio de Defensa, un viaje especial con material ferroviario histórico entre Vic y Ripoll. No obstante, tanto en la primera de dichas ciudades como en la segunda, tendrían lugar sendos actos institucionales con el ministro de Defensa como protagonista. A su llegada a Vic, José Bono fue recibido por su alcalde, Jacint Codina, así como por nuestro presidente, Ricardo Oliver.

Fue Ricardo Oliver quien abrió el acto celebrado en la estación. Tras su alocución tuvo lugar la del alcalde local, quien agradeció al ministro su presencia y solicitó todo el respaldo del Gobierno central para la potenciación de la línea férrea. Cerró el acto el titular de la cartera de Defensa, quien agradeció la acogida institucional e hizo votos por el mejor futuro de las localidades de la Cataluña interior.

Finalizadas las intervenciones en Vic, la comitiva oficial y resto de invitados de la Comisión Organizadora embarcaron en el tren especial dispuesto en los andenes. A su cabeza figuraba la locomotora de vapor «San Fernando». Ésta efectuó su partida de la capital de Osona iniciando su itinerario hacia la del Ripollès. Tras efectuar paradas en Manlleu y en Sant Quirze de Besora, donde el ministro fue calurosamente saludado por los presentes, el convoy efectuó una celebrada entrada en la estación de Ripoll.

Al bajar del coche, José Bono era esperado por la representación local, encabezada por la alcaldesa Teresa Jordà, y resto de autoridades allí desplazadas para recibirle. Con el ministro descendieron del vehículo los diversos componentes de la comitiva oficial, que asistían en representación de sus respectivas administraciones y entidades. La marcha hacia el edificio de la estación resultó francamente difícil a causa de la muchedumbre que se había dado cita para recibir el tren especial.

Poco a poco y entre numerosas muestras de afecto a las que el ministro respondía sucesivamente, cuantos debían intervenir en el acto institucional allí programado lograron abrirse paso hacia el escenario que se había dispuesto. El numeroso público venido de pueblos de la comarca y limítrofes que abarrotaba los andenes pasó a congregarse en torno a las autoridades.

Abrió nuevamente el acto nuestro presidente Ricardo Oliver, quien expuso la filosofía que inspiraba tan ambiciosa conmemoración y los objetivos que la misma perseguía. A continuación siguieron las intervenciones de Pia Bosch, delegada de la Generalitat de Catalunya en las comarcas de Girona y de Teresa Jordà, alcaldesa de Ripoll. La del ministro, por su parte, fue muy celebrada por el conjunto de los asistentes.

Acabados los parlamentos, el ministro quiso tener un detalle con la población de Ripoll, haciendo entrega a su alcaldesa de una campanilla de oro para que su agradable paso por la capital del Ripollès pudiera ser oportunamente recordado. Finalizado el acto, la comitiva partió de la estación en dirección al monasterio, donde estaba preparada una visita cultural.

La presencia en en lugar fue aprovechada para disponer una rueda de prensa que, dada la expectación despertada por tan inusual visita, resultó multitudinaria. Tras responder a las preguntas de los periodistas, José Bono y cuantos le acompañaban pasaron a una dependencia anexa donde fue servido un aperitivo y donde los presentes pudieron departir ampliamente antes de que el ministro abandonara Ripoll.